Querida comunidad de Pilares:
Luego de 3 años y medio como Directora Ejecutiva de la Fundación Pilares, dejo el puesto sintiéndome una persona distinta y me llevo muchos aprendizajes que quiero compartir con ustedes.
El paso por Pilares transformó mi mirada de una manera profunda y sin retorno. Me interpeló a trabajar más intensamente en pos de la justicia y la equidad, a comprometerme y buscar cambiar la realidad que nos rodea, sobre todo cuando se es testigo de tantas injusticias. Pude identificar los prejuicios que existen sobre la villa y sus habitantes, que poco tienen que ver con la realidad de tantas familias del barrio. ¿Cómo puede ser que el hecho de vivir en una villa determine la manera en que los otros te piensan?
Conocí a madres que cruzaron fronteras para buscar una cura para sus hijos, a vecinos que acogen a familias enteras en espacios reducidos para que pasen la noche, vi a curas salir corriendo para acompañar a una familia en un velorio. Descubrí cómo personas distintas, de distintos barrios, edades, profesiones y países pueden unirse y potenciarse pensando en cómo trabajar mejor junto a las familias en el barrio.
Gracias a quienes hacen que Pilares exista y crezca. Realmente es una institución que cambia la vida de todos los que se acercan a ella.
Emilia Zanchetta