Haciendo LUPA es un programa que se desarrolla en varios espacios, siempre mediante dinámicas grupales, y con la alfabetización y el juego como ejes con el objetivo de promover el desarrollo del lenguaje y la expresión. Desde Pilares, sostenemos que el juego no es “un instrumento para”, sino un derecho fundamental de los niños y niñas, su tiempo y espacio vital. Por eso, las propuestas de “LUPA” siempre se orientan a generar encuentros lúdicos, desde diferentes actividades que promuevan el desarrollo y el aprendizaje: expresiones artísticas, prácticas del lenguaje, etc.
Ante el distanciamiento social, desde el programa nos pusimos a pensar cómo seguir promoviendo estos encuentros, teniendo en cuenta que la cuarentena modificó la vida cotidiana de todos, multiplicando las pantallas y los imperativos (quedate en casa, lavate las manos, hacé la tarea, leé, etc…). Aún los mejores consejos y las propuestas más lindas pueden resultar agobiantes en una época en que el tiempo y el espacio, esos aspectos que nos ordenan, se desordenaron tanto.
Celebramos las conexiones virtuales, que nos permiten acortar distancias y compartir momentos aunque estemos lejos. Pero también defendemos el juego como un momento recortado de la realidad, donde se hace necesario desconectarse de lo cotidiano para conectar con ese mundo interno de fantasía y creatividad, sin riesgos, donde cada niña o niño ejerce la libertad de abrir la puerta para ir a jugar, y también puede cerrarla cuando quiera.
Por todo eso, desde Haciendo LUPA inventamos una revista para los niños y niñas del programa, con quienes nos encontrábamos de manera presencial tres veces por semana en la parroquia de Caacupé antes del inicio de la cuarentena. Una revista de papel, que se puede tocar, abrir, cerrar, dibujar, pintar, llevar de aquí para allá. Una revista con propuestas de juegos, aventuras, descubrimientos y creaciones, en la que cada quien pueda desplegar lo propio, dejar su marca, compartir con otros, en un tiempo sin apuro, sin exigencias.
Sabemos que estamos en una época difícil, de celulares compartidos, datos que se consumen y baterías que se gastan. Por eso apuntamos a lo inagotable: a la posibilidad de jugar que hay en la infancia. Cuidamos mucho que la revista no se confunda con una tarea, con un deber a cumplir, y que tampoco de desdibuje en un pasatiempo o una propuesta de entretenimiento:: nuestra apuesta es continuar haciendo lupa en el juego y en la alfabetización, que niñas y niños puedan descubrir su propia potencia de crear y jugar al encontrarse con las actividades propuestas.
Ya llevamos entregados tres números de la revista, realizamos una entrega especial de vacaciones de invierno y otra por el mes de las infancias. Seguimos trabajando en los próximos números, y dándole forma a un proyecto de biblioteca.
En las revistas incluimos entrevistas: dos artistas plásticas nos contaron sobre sus obras y las cosas que las inspiran, e invitaron a las chicas y chicos a jugar y crear. También conversamos con profes de la parroquia: les preguntamos por los juegos y cuentos de su infancia.
La revista siempre tiene invitaciones a leer historias, dibujar, pintar, y resolver desafíos… Algunas recetas para preparar algo rico en casa, desafíos para aguzar el ingenio, y también un kit con una propuesta diferente cada vez: hacer una germinación, construir una muñeca quitapenas, o papeles mágicos para un collage. En las entregas especiales por las vacaciones y el mes de las infancias incluimos juegos para compartir en familia: un bingo, un camino a recorrer con desafíos, y el trangram, para construir todo lo que se les ocurra con solo 7 formas geométricas.
Es muy bueno poder volver a vernos con las familias, aunque sea con distancia, barbijo y rapidito, encontrar esa sonrisa que hoy se ve solo en los ojos, y tener esa charla cortita cuando reciben la revista, donde nos cuentan como andan, se alegran de que les enviemos algo para los chicos, de que “nos acordemos”… ¡Imposible no acordarnos! Pero todo un desafío inventar nuevas formas de estar en contacto… A veces nos preguntan “si nos tienen que mandar las cosas de la revista hechas”… Y nosotras les decimos que no, que no es una tarea con la que tienen que cumplir, que la revista es para que la puedan agarrar cuando tengan ganas, y disfrutar de imaginar nuevos mundos, jugar, divertirse, crear,
Y a veces por Whatsapp y otras veces en la siguiente entrega, nos cuentan o muestran:
Que la muñeca quitapesares quedó hermosa…
Que jugaron todos en casa con el juego, y que también le agregaron casilleros…
Que la leyenda de la yerba mate y los colmos y adivinanzas estuvieron buenísimos…
Que de la germinación con semillas de limón no salió nada, pero se les ocurrió hacer el experimento con tomate... ¡y sí funcionó!
Experiencias en lupa:
Para quienes formamos parte del equipo del programa, la situación de aislamiento fue un gran desafío y el proyecto de la revista una forma de encontrarnos con los niños y niñas. Les compartimos algunos testimonios de las talleristas de LUPA contando cómo vivieron este proceso:
"Ninguna de nosotras pasó por una pandemia antes, por lo tanto no teníamos ni tenemos, la receta adecuada para saber cómo accionar, cómo seguir. Aún así lo intentamos y lo fuimos construyendo. Por lo tanto, considero que el tiempo transcurrido fue y es, un infinito aprendizaje, que se va dando de forma continua, ya que a medida que pasan las semanas todo va tomando otra forma. Todo muy incierto y nada muy concreto, acompañado de un entramado diverso, con muchas preguntas e incertidumbre. Por otra parte pienso y sostengo que el caos también puede ser una oportunidad; una oportunidad de crear nuevos lazos, vínculos, proyectos e ideas que nos acerquen y nos ayuden a construir un camino y a realizar nuestra tarea, realmente de forma comunitaria. Para ello, se fueron pensando y repensando nuevas formas, entrelazando diferentes saberes y creando nuevas propuestas…teniendo en cuenta el contexto del barrio y de los diferentes espacios. Fue de suma importancia y hasta fundamental utilizar las experiencias educativas anteriores, ya que tras haber compartido un año en la Parroquia junto a las niñas y niños nos permitió conocerles y formar un vínculo educativo significativo para poder llevar a cabo diversas propuestas " (Ilona)
"Pudimos ofrecer en Caacupé distintas actividades que tenían un hilo conductor en cada revista, que en algún punto, era lo mismo que ofrecemos presencialmente. Cada revista fue pensada, re pensada y re armada para que cada propuesta tuviera sentido. Un sentido para las chicas y chicos y para las personas adultas que mediaban la recepción de la revista." (Camila)
"La revista siempre fue pensada con una intención pedagógica amorosa, teniendo en cuenta las edades, las características de cada grupo, sus intereses etc. Tomando como recurso las experiencias vividas en el transcurso del año pasado, y teniendo en cuenta también las dificultades o las resistencias hacia diferentes propuestas que fuimos acercando. Por otro lado, siempre intentamos de alguna manera replicar el alma de Lupa ,y que sepan que estamos presentes aún en este momento." (Ilona)
¡Manos a la obra!
Les compartimos las ediciones 1 y 2 de Haciendo Lupa: la revista, para imprimir y hacer las actividades desde casa. ¡Esperamos que les guste!
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